Nació y vive en Paraná, Entre Ríos. Cuando estudiaba y militaba en la facultad, la detuvieron. María del Rosario Badano fue presa política por ocho años, desde los 22 a los 30. Al llegar la democracia en Argentina, salió de la cárcel, terminó la carrera en Ciencias de la Educación y comenzó a ejercer la docencia. Inmediatamente, a través de una beca obtenida en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), volvió a las cárceles pero para trabajar en la educación de los presos comunes, pobres y analfabetos. En esa línea, coordinó proyectos de intervención educativa en contextos de encierro desde la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, que aún se mantienen.
Es coordinadora de la red interuniversitaria de derechos humanos. Vino a Montevideo a presentar, en el Museo de la Memoria, el libro “Educación y Derechos Humanos en Argentina” -Apuestas y propuestas de transmisión y enseñanza- que la tuvo como compiladora. Dicho trabajo hace un particular abordaje sobre la muestra fotográfica “Ausencias”, de Gustavo Germano -con la presencia y la ausencia de un desaparecido en dos fotos distanciadas por 30 años-. María del Rosario estuvo en El germinador, donde contó sobre el lugar de los derechos humanos y la memoria en su vida, la educación argentina en cárceles, el trabajo pedagógico con la niñez y la adolescencia ante la muestra de Germano, entre otros elementos referidos en el libro que trazan su vida.